Aunque ya lleva un largo proceso, la obra necesaria para conseguir tu «hogar a medida» todavía no ha empezado. Pero al firmar el contrato con la(s) empresa(s) que has seleccionado, llega el momento de materializar esas ideas que, ahora sí, tienen un soporte gráfico, económico, temporal y los recursos (personales y materiales) dispuestos para hacerla realidad.