Otro factor no menos importante que el económico, es el plazo. Como se suele decir «el tiempo es oro» y en una obra, también es así: Programa de obra.
Aquí te describiré someramente el planteamiento general para programar una obra, ya que para hacerlo de manera detallada es preciso conocer rendimientos específicos de cada oficio y necesitarás la ayuda de un técnico. Sin embargo, algo que si puedes y debes hacer es «enmarcar» el proceso de ejecución de tu obra en un período de tiempo determinado.
En primer lugar debes acotar cuánto tiempo estás dispuesto a concederle al desarrollo de la obra. En otras palabras, hay que fijar una fecha objetivo para el final de la obra. Esta fecha puede estar determinada por múltiples y variadas causas: la celebración de un evento, la apertura de un negocio, el comienzo de una campaña, el final de un alquiler, etc.
Puedes llegar a pensar que en principio, no tienes prisa y que no te importa mucho si el plazo de la obra se prolonga más o menos. No cometas ese error: pon siempre una fecha tope de referencia. Las obras tienden a prolongarse en exceso si esto no se hace. Conseguirás que incluso superada dicha fecha, todos los agentes intervinientes (contratistas, operarios, proveedores, técnicos, incluso tú mismo) tendrán la sensación de que hay un objetivo no cumplido y que debe desviarse lo menos posible. Esta conciencia colectiva, provocará una tensión positiva que derivará en acciones encaminadas a la conclusión de la obra.
Pasos para el programa de obra:
- Establecer la relación de tareas en que se divide la obra. No se tiene por qué corresponder con la relación de partidas del presupuesto, pero ésta es una buena referencia. Las tareas deben ser cuantificables, al menos grosso modo.
- Asignar una duración a cada tarea, en días. Aquí es donde se necesita cierta experiencia, pues en función del rendimiento de cada tarea y su cantidad, se calcula la duración de la misma. Puedes estimarla en primer lugar y afinarla posteriormente, cuando pidas las ofertas.
- Establecer el orden de sucesión. Para ello, lo más práctico es fijar las tareas predecesoras inmediatas de cada actividad. Las hallarás preguntando y respondiendo para cada tarea «X»: ¿que tarea tiene que estar comenzada o terminada para comenzar o terminar «X»?
- Representar en un diagrama de barras (diagrama de Gantt) las tareas ordenadas y acotadas en el tiempo según su duración y enlaces con las demás tareas. El desarrollo de este cronograma no sólo te dirá la duración estimada de la obra, si no también su secuencia aproximada.
¡Ojo! No pienses que ya tienes una bola de cristal y has descubierto lo que va a pasar, adivinando el futuro. En realidad, acabas de fabricarte una útil herramienta de control y seguimiento para tu obra. Más adelante te explicaré cómo usarla y qué beneficios te reportará.
Espero que mi asesoramiento te sirva de ayuda. Si quieres que escriba sobre algún tema en particular, ampliar información o aclarar alguna duda que te surja, estoy como siempre, a tu disposición. Deja tu comentario.
Saludos cordiales.